INTRODUCCIÓN
Este paradigma introduce la ideología de forma explícita y la auto-reflexión
crítica en los procesos del conocimiento. Su finalidad es la transformación de
la estructura de las relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas,
partiendo de la acción- reflexión de los integrantes de la comunidad.
El
paradigma que nos ocupa, se considera como una unidad dialéctica entre lo
teórico y lo práctico. Nace de una crítica a la racionalidad instrumental y
técnica preconizada por el paradigma positivista y plantea la necesidad de una
racionalidad substantiva que incluya los juicios, los valores y los intereses
de la sociedad, así como su compromiso para la transformación desde su
interior. Fue la escuela de Franklin (Horkheimer, Adorno, Habermas), según lo reporta Boladeras (1996) la que
desarrolló un concepto de teoría que tenía
como objetivo fundamental la emancipación del ser humano. Esta concepción teórica es la que se conoce como
Teoría Crítica.
DESARROLLO
El
paradigma sociocrítico, también
conocido como Teoría crítica, es una corriente de pensamiento que le
otorga una gran importancia al análisis de la cultura y la sociedad
mediante la aplicación de los descubrimientos de las ciencias sociales.
De esta forma, la intención de la corriente era liberar a los humanos de
las circunstancias en las que vivían.
El paradigma socio-crítico de acuerdo con Arnal (1992) adopta la idea de que la teoría crítica es una ciencia social que no es puramente empírica ni sólo interpretativa; sus contribuciones, se originan, “de los estudios comunitarios y de la investigación participante”
El paradigma socio-crítico de acuerdo con Arnal (1992) adopta la idea de que la teoría crítica es una ciencia social que no es puramente empírica ni sólo interpretativa; sus contribuciones, se originan, “de los estudios comunitarios y de la investigación participante”
Tiene como objetivo promover las
transformaciones sociales, dando
respuestas a problemas específicos presentes en el seno de
las comunidades, pero con la participación de sus miembros.
El paradigma socio-crítico se fundamenta en la crítica
social con un marcado carácter autorreflexivo;
considera que el conocimiento se construye
siempre por intereses que parten de las necesidades de los grupos;
pretende la autonomía racional y
liberadora del ser humano; y se consigue mediante la capacitación de los sujetos para la
participación y transformación social.
Utiliza la autorreflexión y el conocimiento interno y
personalizado para que cada quien tome
conciencia del rol que le corresponde dentro del grupo; para ello se propone la
crítica ideológica y la aplicación de procedimientos del
psicoanálisis que posibilitan
la comprensión de
la situación de
cada individuo, descubriendo sus
intereses a través de la crítica. El conocimiento se desarrolla mediante un proceso de construcción
y reconstrucción sucesiva de la teoría y la práctica.
El paradigma sociocrítico en investigación
es uno de los cuatro modelos principales de investigación, junto con el
paradigma positivista, el histórico hermenéutico y el cuántico. En
concreto, el paradigma sociocrítico surgió en respuesta al positivista,
promoviendo la acción individual y la reflexión.
El
principal objetivo del paradigma sociocrítico es la visión del pasado
de forma racional y objetiva, de tal forma que se puedan superar todas
las ideas limitantes recibidas de este. Fue promovido principalmente por
la llamada escuela de Frankfurt, cuyos mayores exponentes eran, entre otros, Theodor Adorno y Max Horkheimer.
Los creadores de este modelo de
pensamiento querían entender mejor de qué forma afecta la sociedad a la
conducta de los individuos, para así poder llevar a cabo cambios en
nuestra forma de vida. También pretendía entender al ser humano sin caer
en el reduccionismo y en el conformismo, como el enfoque positivista.
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